El nomadismo de la vida se topa con el muro de la muerte, que lo para en seco. Las ausencias de amigos, que en un tiempo fueron confidentes y portadores de voz, ponen un cerco a la anchura de lo que pudo ser un gran episodio compartido. Los límites se presentan y configuran nuestra relación con las cosas. Tengo que saber hasta dónde puedo ir y cuánta energía gastar para emprender el viaje. El límite es certeza. Entre el límite y la pérdida se esbozan correspondencias que no puedo determinar con rigor, mas ¿qué es la pérdida sino un límite reclamando su soberanía? « De en medio de la fuente de los placeres surge algo amargo que en las mismas flores nos atormenta». Ese algo lo materialicé con una vivencia: la del amor. Siendo exacto, la de la duración del amor. ¿Cómo extenuar el presente sabiendo que se acabará, y no él solo, sino que llevará consigo una persona, unos afectos y una condición irrepetible? Esa traba en el suave desenvolvimiento de las acciones, ese abstraerse de lo que...
(Itagüí, Colombia, 2002): licenciado en Literatura y Lengua Castellana (Tecnológico de Antioquia); maestrando en Educación (Universidad Santiago de Cali).