Se viene el Informe Final
de la Comisión de la Verdad. El 28 sabremos qué y cómo nos dice «las razones
que han fundado y estimulado el conflicto armado colombiano». En cuanto a su
difusión, el mayor despliegue posible asegurará que los relatos, los
testimonios y todo el material no se difuminen, no se pierdan, y la sociedad
pueda utilizarlos en los espacios donde la memoria y su interpretación
descollen.
La historia del país se
verá de nuevo. El automatismo infalible de la violencia, si bien aún continúa,
tendrá una acción de libertad (en el sentido de Hanna Arendt): acostumbrarse a los procesos hace parte de lo
cósmico, lo Natural y lo humano, con la diferencia de que los humanos, por
medio de la acción (que libera de la ruina, de la habituada muerte), hace
política e historia, erige su devenir. Los procesos de la vida natural conducen
a la biología del ser al no ser. Las automatizaciones históricas llevan a este
inevitable destino. Por ello la libertad (siempre ahí, siempre a la orden) interrumpe
y crea nuevos estados, con el a
posteriori de «infinitas improbabilidades» —que ciegan a muchos (críticos
de su renovación).
Así pues, «el hombre es
un inicio y un iniciador» (en la historia y la política: sus dominios, sus producciones),
y el hecho de que el futuro sea igual que el pasado lo atormenta porque va
hacia la caída, al fin biológico, al polvo. El mensaje de la Comisión es un
acto de libertad, un «milagro» que zarandeará (en el mejor de los casos —esperemos
el mejor de los casos—) al país.
Y cuanto más esté desequilibrada la balanza en favor
del desastre tanto más milagroso parecerá el acto realizado en libertad; porque
es el desastre y no su salvación, lo que siempre ocurre automáticamente y que
por lo tanto siempre debe aparecer como irresistible.
¡Cuán alentador saber que
lo irresistible será la salvación! El Informe es una grieta de aurora. Una
grieta enorme, por cierto (oído, zánganos de la Biblia y de obras completas): en
una charla de la Fundación Gabo (El Informe Final y el
legado de la Comisión de la Verdad en Colombia), Martha Ramírez dio el
dato sobre la posible extensión del Informe: ocho mil paginitas... Felizmente
la transmedia servirá a profesores, investigadores, periodistas et alii para manejar, sintetizar,
estudiar y enseñar las búsquedas. De igual forma habrá resúmenes. Una propuesta
metódica sería leer poco a poco metas semanales o mensuales, y formar grupos
para comunicar sentires al final de los capítulos.
Aun así, es de esperarse
que nadie lo lea, o lo deje en el camino. Entonces las acciones diarias,
eventuales y nacionales regarán la nuez del documento a todas las personas. Álvaro
Sierra, desde el periodismo, habla de tener dos bosquejos: uno al publicarse el
Informe y otro para un año después; y de los tipos de cubrimiento:
contrastación, entrevistas, impresiones y testimonios. Lo mismo harían los
planes de lectura en los colegios, las programaciones en los centros
culturales, etc. La finalidad es que todas las fuerzas giren en torno al último
suspiro de la Comisión, que los resultados duren más que sus tres años de
existencia, que revuelvan la tozudez colombiana.
Los eventos, «sin
importar cuan anticipados estén en el miedo o la esperanza, nos impactan con un
shock de sorpresa una vez que han sucedido». Hay que seguirle remando a la
sorpresa del 28 de junio con nuevas sorpresas, dinamismos y variaciones. La
implicación individual y colectiva (y la impregnación e implicación
generacional) asegurará la permanencia de un gigante nunca antes visto (los
relatos de los exiliados son novedad en el mundo)... Se distanció el horizonte.
Una etapa de creación muy prolífera se abre. Quizá las obras en torno a otros
temas no deriven en un gran público, mas, siendo contemporáneos, lo que se nos
plantea nos trasciende y pide mucho esmero, mucha oreja.
Horquilla. Por fin le imputaron cargos a Andrés Escobar, y
con él a cuatro civiles y doce policías. Sigue el peso de las sentencias, y los
que duermen exentos de las violaciones y las torturas, y los que dispararon a
mansalva, y los que cometieron irregularidades, y los que...
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