Maria Susana Lopez ¿Descansas ahora que me dejaste, muchachón? Es lo que deseabas. Pasamos lo que teníamos que pasar en las condiciones climatológicas propicias para grabarnos con fuego eso que nos pasó. Y maldigo mis días a tu lado como maldigo el préstamo de mi atención en ti. ¡Boba! Te safistice, te inventaba comidas, te defendía de tus detractores — beneficiando a los míos con mi exposición en la palestra — y me vienes con dos malabares y me dejas, me dejas tirada en un terrero sin amistades, sin familiares, sin historia, sin baldíos qué poblar. ¿Imaginaste algo conmigo? No, no caeré en la misma trampa arreglada con mis gustos y mis debilidades. Debilidades que manejaste a tu favor, a tu voluntad de cortés niño mimoso, el de los mimos que me atraían a resolverlos... Me absorbiste, pelao, me amarraste feo. Y las suturas se abren, los algodones se ensangran, tú me dañaste como persona, hombretón... Me deshicieron tus cachos y tu mamá congelando mi nombre en un papel amarrado con u
Comentarios
Publicar un comentario