Pérez Mekem, 2024 |
Albergan al trueno bosques empantanados
y la rama que prefigura los escondites
del pluvioso silbo entre consignas y humos de olla.
Los cinturones chocan con los arbustos
despliegan la zarzamora en telas que van lavando
con el correr de eternidades a trocha abierta
y el respirar encima del pelaje
los deseos del puma por elevar el eucalipto.
No solo hueso y prenda
se salvan y exhiben la juntura de corrección
que carcome grasas y concibe claridades
donde las epífitas velan el andar en círculo.
Los aguaceros anidan en las botas
y llenan el surco de la serpiente
y caen en lomos que buscan cuevas
que acompañen el eco del jadeo
o permitan secar la leña y la carne rescatada
a la descomposición primaveral.
Qué nubosos embriones
mono aullador y tigrillo
que pasan al acaso por el oteo iluminado
la precisión milimétrica del anolis.
Guardan las piedras hongos que iranse a comer
y saltarán de hipo en caravana
al tesoro que se sirve con branquias y volvas
y es arrancado para triturarse en ácidos
que catapultan la boca y repiten los exploradores
encapuchándolos en monásticas conquistas del lodo
suavizando el adusto raigal
con pruebas de capullo y orden.
El
Pedregal, octubre 3 de 2024
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Leído en el IV Encuentro Internacional de Poesía de Xochimilco en Trajinera, El Arte de Soñar Despiertos, Xochimilco, México, octubre 12 de 2024. Lepan Poetry, Camerún, no. 3, diciembre de 2024
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